miércoles, 11 de febrero de 2009

El Día de la República



Ya se que me perdonais que no actualice el blog. Quizá por eso no lo hago, y también porque el trabajo ocupa mi jornada de lunes a sábado y espero con ansia el domingo para salir a la calle y recibir regalos de la india. Estos regalos, como ya sabeis, son trocitos de del día a día que te hacen estremecer de emoción, de ternura. Ya sabeis que la mirada y la sonrisa de un niño de la India transforman los corazones de un musculo fibroso y sanguinolento en una escultura de mantequilla y pétalos de rosa. El de la foto es Rabisankar Pal, culpable de que cientos de hispanoablantes estén enamorados de Calcuta y sus gentes. El se merece una entrada muy especial, y un día no lejano se la dedicaré.


Pero, hoy toca hablar del DÍA DE LA REPÚBLICA.




La verdad es que lo pasamos bien. Aunque en la inmensidad de la India uno se puede encontrar con un montón de idiomas, con diferencias (según ellos mismos), en hábitos, costumbres, gastronomía, etc... Todos tienen en común el sentimiento patrio, todos se sienten pertenecientes con orgullo demostrado al subcontinente Indio. Los más tradicionales, sufriendo por la transformación que están sufriendo sus gentes, que visten a lo occidental, comen hamburguesas, y escuchan música en el ipod, otros, los que sienten necesaria la globalización como medio para mejorar las condiciones de vida de las clases más necesitadas, comentan con cierta perplejidad que el 80% de los jóvenes de entre 16 y 20 años en las grandes ciudades, ya mantienen relaciones sexuales, algo tabú hace tan solo unos años, y quizá también hoy.


Pero sea rico o pobre, de casta baja o alta, políglota o monolingüe, todos celebran ese día maravilloso que les une como ciudadanos de una misma nación.


En nuestra querida Calcuta, el parque del Maidán se llenó de gente vestida con sus mejores galas; cientos de policías haciendo de pastores guiando a la manada, con largas porras de madera que alguno tubo la desgracia de probar. Encantadores de serpientes desencantados por no tener la cobra y la flauta esa abombada, justo una culebrilla de medio metro y una flauta de bambú de sonido lastimoso y desafinado, monos bailarines, caballos enanos, futbolitas emulos de Maradona.... Pero todo era armonía, y parecíamos gotas de colores en el fondo verde de la hierba.


En el desfile militar la gente aplaudía emocionada, sobre todo cuando algún militar de alto grado y de origen bengalí presidía erguido en su jeep algún grupo de centuriones con sus hombres y cierto armamento que lo único nuevo que tenía era la mano de pintura todavía fresca.







3 comentarios:

Reailia dijo...

Yo que no soy nada patriotera, si no me quedase más remedio que adoptar una patria creo que esa sería India, y más despues de haber conocido a Rabi.
¡Entrada sobre Rabi, YA!

Anónimo dijo...

hola fernan, me parece, tan emotivio lo que dices, que ya veo la razon, de que cada vez sea, mas una necesidad, que un capricho ir a kolcata, a conocer a sus gentes, y por supuesto a Rabi, de quien ya sabemos mas cada dia,por lo que nos vas diciendo, en tus comentarios.
Fernan, supongo que el dia, esta cada vez más cercano, y por ello, espero que tambien, las ganas de verte aumenten, nos vemos pronto un abrazo.

Anónimo dijo...

continuaccion del anonimo
sigo con el ingles en marcha y prontp lo veras

chao cuñao