sábado, 28 de febrero de 2009

Medios de Transporte



























La vida a veces es como las fotográfias de motivos cotidianos, difuminadas por una mala pericia del fotógrafo, vidas que no llaman la atención, que no salen en los periódicos a no ser porque sean partícipes de algún acontecimiento morboso y macabro cubriendo así su minuto de gloria, vidas que no dejan de ser como las nuestras, solo que en otro pais, con otro vestido y con otra comida, pero que al final vidas que persiguen lo mismo, que mañana sea mejor que hoy, o que por lo menos, no sea peor, que tengamos la oportunidad de anhelar lo mejor para nuestros hijos y para nosotros mismos. Y por eso todos compartimos los mismos escalones del día a día. Nos levantamos, y ya seas el más grande de los ejecutivos de una supermultinacional internacional o cósmica, o seas la persona que me he cruzado hoy, con la que nos hemos intercambiado la mirada, diciendonos: -voy a trabajar, veo que tu también...., todos necesitamos desplazarnos para ir a trabajar. Si el día tiene 24 horas, quien más quien menos, tiene al menos 3 horas de su día dedicados a desplazarse. Ojo, me estoy refiriendo aquí, donde vivo, no en tu pais, que puede también que sea este.

Porque todos se tienen que desplazar. El otro día me contaba uno, que el necesitaba entre cuatro y cinco horas para desplazarse al trabajo, eso sí, ida y vuelta, y que terminaba cansado. Nos ha jodido, cansado y quemado.
Muchas veces me gusta pararme en la calle, acurrucarme para resultar inadvertido y ver la vida pasar, ver mi vida en los que caminan por las aceras, en los que viajan en un autorrisók (perdón, no me acuerdo como se escribe así que con la fonética espero que valga), o encima de un camión, o de un autobús cargados con las verduras que traen de la aldea esperando venderlas en cualqueir esquina de cualquier calle de la infinita Calcuta. Al fin y al cabo todos vamos, todos venimos, todos necesitamos esos medios de transporte que las primeras veces son una aventura montarse en ellos, pero fijate en el conductor, o en la mujer vestida de sari, o en el señor de bigote con la cartera del portatil sin portatil al hombro. En ellos la aventura terminó el primer día de niños, cuando sus padres les llevaban de la mano y se montaron en aquel cacharro que hechaba humo, hacia mucho ruido y no levitaba cuando coincidia con los baches de la carretera ..... aquel cacharro sigue hechando humo, y ya no necesitamos de nuestros padres para tomarlo. La estructura del día a día está establecida, ya solo tenemos los fines de semana para soñar con cambiar un poco el orden del día, pero aún así, si sigues queriendo ir allí, a ese sitio, necesitarás tomar un taxi, el coche, el auto, la moto, la bici, el..... y despues de al menos media hora allí estarás. Caminante no hay camino, se hace camino al andar.... pero que no te atropellen.

martes, 17 de febrero de 2009

CONTRASTE












En tiempos de crisis, cuando tener un trabajo es tener un tesoro, no nos podemos permitir quejarnos de nuestras condiciones en España, sino que, con solo hechar un vistazo a estas fotos recordaremos lo que nos contaban nuestros abuelos cuando trabajaban en el campo, en la mina, en donde fuese. Gracias a Dios esto no es la India, o no es toda la India, también hay trabajadores equipados con buenos EPIs, y poco a poco la conciencia corporativa se va haciendo a la idea de que el mayor tesoro de una empresa son sus trabajadores, y éstos si están cuidados y motivados son capaces de revolucionar cualquier empresa.

Lo que me dolió en el alma fueron los niños, los niños más hermosos del mundo están aquí. Mirarles a los ojos, verles sonreir es una imagen que te hace temblar el alma de emoción.

Gracias Dios por darme trabajo, gracias Dios por dar escuela a mi hijo, gracias Dios por darme conciencia.

sábado, 14 de febrero de 2009

RABISANKAR PAL











PERO CON MAYUSCULAS. Si alguien se lo merece de verdad en Calcuta es él. Puedes conocer Calcuta a fondo, sus calles, sus tés, sus dulces, y yo que se que más, pero si no conoces a Rabí, te vas sin sentir como es el auténtico Bengalí. Aunque Rabí, el gran Rabí, es muy especial. Trabaja como guía turístico, y puedo dar fe, aunque yo no haya sido su cliente, que se deja la vida por ellos. El siempre les da su tarjeta, en la que pone su teléfono, y lo primero que les dice es que está disponible 24 horas, siete días a la semana, y .....es verdad. Sus turistas apenas vienen por cuatro horas o por ocho, depende, pero es tal el ansia que tiene de que conozcan su ciudad, que les lleva de un sitio a otro a todo trote, eso sí, luego les deja descansar cenando, porque a veces, ni de comer tienen tiempo, tal es la vehemencia con la que se entrega a su tarea. Ah, y nada de tiendas, no le gusta que nos timen por ser extranjeros, y si no se le pide expresamente el acudir a una tienda, no las verás. También tengo que decir que hace que todos lleven un recuerdo de Calcuta en forma de "regalito", algo sencillo pero típico de la ciudad, y de todos sus huespedes guarda recuerdo. Imposible es una palabra que no existe en su vocabulario, y hará lo imposible por satisfacer a sus huespedes, que para él son como Dios, así lo dice y así lo siente. Pero sobre todo, mejor que guía, es amigo. Esté Bengalí de madera de sándalo, flaco como palo de rosa, tiene un corazón florido, tanto, que me atrevo a decir que con todas las girnaldas de flores con las que se adornan a los Dioses hindues, no serían suficientes para crear tanta belleza como bondad hay en su sangre. De su verborrea, enchida de enorme vocabulario y mala gramática, se puede decir que emula a las cataratas del iguazú, porque te informa te informa te informa y no se cansa de ello. Reconozco que me enfado con él cuando, teniendo que levantarse a las cinco de la mañana, se queda viendo la liga española de la que es un forofo y aquí termina el partido a las dos y media de la mañana... pero no es un problema para él. Cuando se fueron Victor y María, dos de la cuadrilla, quiso que ganara el Barça, pero por Victor, porque él no tiene color definido.
Rabí, te hará probar el té, todos los dulces, todas las comidas típicas, cuando menos te lo esperas se disfrazará. Te hará sentir Calcuta, la otra Calcuta diferente a la ciudad de la alegría... y en este punto hay que dar las gracias a Dominique La Pierre, que tantos y tantos extranjeros a atraido a esta ciudad, mostrando una imagen de pobreza, pero que bien la llamó la ciudad de la alegría, porque el que la visita, y trata de sentirla, sentirá su regalo, sentirá a Rabí en todos los colcatenses, sentirá alegría. Que ganas tengo, Paisa, de presentartelo. Sois vosotros dos los que me habeis hecho enamorarme de Calcuta, y Paisa, tu has hecho que Rabí se encandilara con Navo Jivon, nueva vida. Seguro que os vais a querer tanto como os quiero yo a los dos.

Tanto se podría decir de él, que los que lo habeis conocido, seguro que estais de acuerdo conmigo, y los que no lo conoceis, deseo de todo corazón que compartais su ciudad con él, así la entendereis mejor, y la terminareis amando y todo y todo.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Saraswati Puja



Me gusta ver la religión Hindú como una religión amable, con fieles amables y dioses amables. En este comglomerado politeista destacan varios dioses, y entre ellos Saraswati. Os pongo el enlace a la wikipedia así podeis leer sobre saraswati:






Mi compi de curre y yo, inseparables los siete días de la semana, acordamos tácitamente cumplir rigurosamente con los preceptos que sugiere la religión Hindú para acudir a la adoración de Saraswati. Esto es, ir en ayunas, tanto de agua como de alimento sólido.




En cierto momento de la ceremonia, mientras los sacerdotes recitaban los mantras, uno de los novicios comenzó a derramar con las manos a modo de isopo agua del ganges a los fieles. Esto malamente sustituye y justifica el no poder ir al ganges a tomar el baño sagrado. Para mi fue emocionante ver como se transformaban los rostros de los fieles cuando les tocaba el agua, que apresuradamente trataban de extender con las manos, por los brazos, cuello, frente, por todos los poros de su piel para que la bendición de la diosa llegara a todos sus átomos. Ojos cerrados, y sonrisa placentera y reparadora, y la diosa ya estaba dentro de ellos para que sus propositos de conocimiento para el año entrante se vieran satisfechos.

Al terminar la ceremonia, los sacerdotes y algunos fieles ayudantes, repartieron a los presentes un plato con trocitos de fruta, que aunque ya algo caliente y pasada, nos refrescó un montón. Así mismo, y en otro lugar del edificio, repartian unos embases de plástico con una mezcla de arroz y patatas, comida muy especial en ese día señalado.


Después de eso fuimos a casa del gran Rabisankar Pal, conocimos a su familia y comimos allí. Fue muy agradable escuchar a su tía, mujer de edad avanzada con una larga trayectoria vital, hablando del pasado de la india, de sus viajes por Europa, de sus recuerdos, quizá anhelos. Su madre, bellísima a los 70 años, con una sonrisa a los Adrey Hepbur (o como se escriba), y su tío, casí Tagore por lo profundo de sus palabras.


No dejeis de ir al jardín botánico, un remanso de paz, que no parece que este en Calcuta. Por cierto, allí encontrareis el arbol más grande del mundo según el Guinnes ese, un Ficus Bengaliensis.














El Día de la República



Ya se que me perdonais que no actualice el blog. Quizá por eso no lo hago, y también porque el trabajo ocupa mi jornada de lunes a sábado y espero con ansia el domingo para salir a la calle y recibir regalos de la india. Estos regalos, como ya sabeis, son trocitos de del día a día que te hacen estremecer de emoción, de ternura. Ya sabeis que la mirada y la sonrisa de un niño de la India transforman los corazones de un musculo fibroso y sanguinolento en una escultura de mantequilla y pétalos de rosa. El de la foto es Rabisankar Pal, culpable de que cientos de hispanoablantes estén enamorados de Calcuta y sus gentes. El se merece una entrada muy especial, y un día no lejano se la dedicaré.


Pero, hoy toca hablar del DÍA DE LA REPÚBLICA.




La verdad es que lo pasamos bien. Aunque en la inmensidad de la India uno se puede encontrar con un montón de idiomas, con diferencias (según ellos mismos), en hábitos, costumbres, gastronomía, etc... Todos tienen en común el sentimiento patrio, todos se sienten pertenecientes con orgullo demostrado al subcontinente Indio. Los más tradicionales, sufriendo por la transformación que están sufriendo sus gentes, que visten a lo occidental, comen hamburguesas, y escuchan música en el ipod, otros, los que sienten necesaria la globalización como medio para mejorar las condiciones de vida de las clases más necesitadas, comentan con cierta perplejidad que el 80% de los jóvenes de entre 16 y 20 años en las grandes ciudades, ya mantienen relaciones sexuales, algo tabú hace tan solo unos años, y quizá también hoy.


Pero sea rico o pobre, de casta baja o alta, políglota o monolingüe, todos celebran ese día maravilloso que les une como ciudadanos de una misma nación.


En nuestra querida Calcuta, el parque del Maidán se llenó de gente vestida con sus mejores galas; cientos de policías haciendo de pastores guiando a la manada, con largas porras de madera que alguno tubo la desgracia de probar. Encantadores de serpientes desencantados por no tener la cobra y la flauta esa abombada, justo una culebrilla de medio metro y una flauta de bambú de sonido lastimoso y desafinado, monos bailarines, caballos enanos, futbolitas emulos de Maradona.... Pero todo era armonía, y parecíamos gotas de colores en el fondo verde de la hierba.


En el desfile militar la gente aplaudía emocionada, sobre todo cuando algún militar de alto grado y de origen bengalí presidía erguido en su jeep algún grupo de centuriones con sus hombres y cierto armamento que lo único nuevo que tenía era la mano de pintura todavía fresca.